ndignación por el asesinato de cuatro adolescentes en una ciudad mexicana

El asesinato de cuatro adolescentes en México a manos de un sindicato de estudiantes, según las sospechas, ha despertado una ola de indignación porque extiende a otros niveles conductas propias de los grupos criminales habituales.

"Se puede ver ya el tamaño del monstruo", afirmó hoy el rector de la Universidad de Guadalajara, Marco Antonio Cortés, al referirse al caso de cuatro adolescentes y un adulto asesinados en los últimos días en esa ciudad occidental.

Juan Pablo Valentín, de 17 años, Francisco Carrillo y Gabriel Morán, ambos de 16 años, se presentaron en la sede de la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG) el viernes pasado para defender al vendedor de churros Armando Gómez...

Gómez, acompañado de su hijo Francisco, compañero de estudios de los mencionados, también acudió a la sede de la FEG para negociar la cuota que debía pagar al sindicato estudiantil por vender comida a la puerta de un colegio de esa ciudad.

Primero fueron encontrados en una fosa de la sede de la FEG los cadáveres de tres adolescentes, que anoche fueron identificados como los tres estudiantes que abogaban en favor de Armando Gómez.

En una segunda fosa fueron hallados anoche otros dos cuerpos, que las autoridades sospechan pueda tratarse del churrero y de su hijo, aunque están por completarse los análisis para confirmar su identidad.

"Es lamentable que la vida se vuelva un medio para obtener una cuota de poder", dijo hoy a Efe el obispo auxiliar de Guadalajara, Francisco González.

González dijo que el caso "ha estremecido mucho" a esa ciudad y al resto del estado de Jalisco y añadió que no existen precedentes de que asociaciones como ese sindicato, "que debería promover a los jóvenes, hagan este tipo de cosas".

"Aquí el pez grande se come al pequeño y el pequeño el plancton. Hay que ver cómo ponemos un alto", agregó el obispo auxiliar.

No hay detalles sobre cómo fue la discusión que llevó a la muerte de las cinco personas. Los cadáveres aparecieron con heridas de arma blanca en el tórax y en el abdomen.

Según el rector de la Universidad de Guadalajara, el churrero y los cuatro adolescentes fueron a la sede de la FEG para "aclarar la cuota que pagaba" y allí hubo algunas discusiones entre el grupo y representantes del sindicato de estudiantes.